Reseña On Point | Kirby and the Forgotten Land

Kirby and the Forgotten Land

El adorable héroe rosado finalmente hace una transición completa al mundo tridimensional, en una aventura que a pesar de ciertos detalles, bien podría considerarse la mejor de la franquicia hasta la fecha.

Resulta muy curioso que, a pesar de ser uno de los personajes más icónicos de Nintendo y que este 2022 se celebran 30 años del debut de la franquicia, Kirby no había tenido un juego principal desarrollado al cien por ciento en tercera dimensión. Es cierto, en Kirby 64: The Crystal Shards se experimentó con dicha técnica, pero sólo en ciertos aspectos del juego ya que la exploración de cada nivel se mantuvo en 2D.

Debido a lo anterior, cuando en septiembre del año pasado se anunció Kirby and the Forgotten Land, surgió gran interés por este título pues luego de tres décadas y 15 entregas principales, por fin se nos permitiría disfrutar una aventura enteramente tridimensional de la saga protagonizada por el tierno personaje rosado creado por Masahiro Sakurai en la década de 1990.

Confieso que aunque sólo he jugado algunas entregas de la franquicia considero a Kirby uno de mis personajes favoritos y cuando vi las primeras imágenes de Kirby and the Forgotten Land nació en mí una fuerte emoción por jugarlo pues todo parecía apuntar a que nos esperaba una aventura con elementos tomados de Super Mario Odissey y Super Mario 3D Land pero sin hacer a un lado esa esencia que ha caracterizado a la saga desde sus orígenes.

Algunos meses después de su anuncio, la nueva entrega de Kirby finalmente ha llegado a Nintendo Switch y tras jugarlo pude descubrir de primera mano que HAL Laboratory y Nintendo tomaron la decisión acertada al hacer que Kirby transitara en su totalidad al 3D pues el resultado es una experiencia que aunque dista de ser perfecta, bien podría considerarse la más destacada de la serie. ¿Quieres saber cuál fue mi experiencia con el juego? A continuación te comparto mi opinión.

Al rescate de un nuevo mundo y los Waddle Dee

Quienes tengan conocimiento sobre los juegos de Kirby, entonces saben que la saga posee un lore de gran profundidad y oscuridad; aunque eso sí, no se puede negar que tiende a contarse de forma muy escueta (a través de pantallas de carga casi siempre) y que las premisas pecan de ser extremadamente repetitivas. En esta ocasión, Kirby y los Waddle Dee pasaban muy tranquilos el día cuando, inesperadamente, se forma una tormenta y en el cielo aparece un portal que comienza a absorber todo, incluyendo a nuestro valiente protagonista.

Después de atravesar el portal, Kirby termina inconsciente a la orilla de una playa y, al despertar, se da cuenta que el sitio donde está no es el planeta Pop sino un lugar que parece estar completamente abandonado y que posteriormente se revela es conocido como Nuevo Mundo. Al poco tiempo, el héroe rosado descubre que los Waddle Dee también llegaron a ese lugar y corren gran peligro ya que hay otras criaturas que los persiguen y hacen prisioneros. 

Tras liberar a unos cuantos Waddle Dee del peligro, Kirby logra rescatar igualmente a una misteriosa chinchilla galáctica de nombre Elfilin quien le cuenta que trató de ayudar a los Waddle Dee pero al final terminó cautiva y desesperada pues sabe que no están salvo en dicho lugar. Obviamente, el héroe rosado no planea quedarse de brazos cruzados y ofrece su ayuda a Elfilin para descubrir quién está detrás de los ataques en el Nuevo Mundo y hacer frente a cualquier amenaza que se atraviese en su camino.

Como seguro ya intuiste, nuestra misión en esta aventura será precisamente recorrer junto a Kirby y Elfilin (y un Waddle Dee en caso de jugar el modo para dos personas) cada uno de los niveles que conforman el Nuevo Mundo con el fin de poner en libertad a los Waddle Dee que yacen prisioneros. Dichos personajes fungen como las estrellas/lunas/soles en los juegos de Super Mario ya que para acceder a los jefes de nivel es necesario reunir un número específico de estos.

La trama, aunque en las primeras horas de juego queda prácticamente en el olvido, más adelante es retomada y se torna interesante pues hay de por medio temas de ciencia ficción un tanto turbios que contrastan con la apariencia colorida y tierna de escenarios y personajes que conocemos a lo largo del juego. No esperes nada que te vuele la mente, pero tampoco se puede negar que es disfrutable.

Kirby absorbe todo, incluso carros… O bueno, casi

Para salvar al Nuevo Mundo de aquello que le amenaza, el tierno protagonista tendrá a su disposición esa mecánica principal que le ha acompañado casi desde su primera aventura y se ha mantenido intacta hasta Kirby and the Forgotten Land, es decir, la de absorber a los enemigos que encuentre a su paso y copiar sus habilidades para posteriormente usarlas a su favor; ya sea para atacar a los propios enemigos o para acceder a ciertas áreas.

¿Qué distingue a esta entrega del resto entonces? La respuesta a dicha pregunta es una nueva habilidad -nueva entre comillas– llamada Transmorfosis, que es básicamente la misma mecánica de absorber, pero en vez de enemigos, se absorben (aunque no por completo) objetos de gran tamaño como automóviles, escalones, enormes cantidades de agua, etc. Al igual que la absorción normal, esta Transmorfosis nos ayudará a completar tareas específicas que permitirán progresar en cada nivel y a su vez en la aventura.

Otro elemento nuevo que se añadió a este juego es el hecho de que ahora se pueden mejorar las habilidades que copiemos de los enemigos. Para esto son necesarias dos cosas: primeramente, ayudar a los Waddle Dee a reconstruir una pequeña ciudad -en donde se pueden hacer otras actividades como jugar un minijuego de entrega de comida o pelear en un coliseo contra hordas de enemigos-; una vez hecho lo anterior, deberemos encontrar los planos de mejora de cada habilidad (mismos que yacen escondidos en niveles específicos) y recolectar unas piedras especiales que obtenemos al completar niveles de desafío (que a su vez nos ayudan a familiarizarnos con cada habilidad).

A mí parecer, tanto la Transmorfosis como la mejora de habilidades son suficientes para darle cierto toque de frescura a la serie y logran que el juego no caiga en una monotonía, pues si bien es cierto que completar cada nivel requiere la constante repetición de acciones básicas, el hecho de obligarte a usar la Transmorfosis para acceder a una área oculta o derrotar a un grupo de enemigos, ayuda a que cada nivel se sienta distinto.

Y a propósito de los niveles, me resulta inevitable destacar su gran diseño y la variedad de los mismos. Cada zona del mapa posee una temática (ciudad, parque de diversiones, desierto, etc.) y ello da pie a que exista una amplia diversidad en los escenarios, así que recorrer cada uno y descubrir todos los detalles que esconden se vuelve algo muy gratificante.

Una tierra olvidada y divertida pero muy fácil de recorrer

Como lo mencioné en párrafos anteriores, a pesar de que Kirby and the Forgotten Land bien podría considerarse el mejor juego de la franquicia hasta la fecha, lo cierto es que hay algunos detalles que lo alejan de ser un título aún más destacado. Y aunque, por fortuna, tales detalles no afectan de forma negativa la experiencia, a final de cuentas sí podrían ser un factor relevante para algunas personas, especialmente para aquellas que buscan productos con un nivel elevado de reto.

¿Por qué comentó lo del reto? Sencillamente porque este juego es extremadamente fácil. Kirby and the Forgotten Land tiene dos niveles de dificultad: Salvaje y Brisa; y aunque el Salvaje en teoría ofrece un mayor reto, lo cierto es que, al menos para mí, no representó ningún desafío ni siquiera cuando me enfrenté a los jefes de cada nivel.

A opinión personal no me considero un jugador prodigioso ni nada por el estilo, y de hecho tiendo a batallar para para “dominar” cierto tipo de juegos; aún así, me fue muy sencillo progresar en esta entrega de la franquicia desde el primer nivel hasta el último, a tal grado de recorrer varios en pocos minutos y sin recibir siquiera un poco de daño.

Es entendible que Nintendo y Hal Laboratory tomaran la decisión de hacer con este título uno muy accesible para todo tipo de público, pero estoy seguro que, al igual que yo, varias personas hubieran agradecido la inclusión de una modalidad que realmente ofreciera más desafío. La “Gran N” ya ha demostrado en múltiples ocasiones que puede entregar juegos retadores sin llegar a ser frustrantes -como Donkey Kong Tropical Freeze-, así que bien pudieron subirle un par de rayas a la dificultad en esta nueva aventura de Kirby.

El otro detalle que me dejó un tanto decepcionado del juego es lo lineal de sus niveles. Sí, sé que anteriormente destaqué lo bien que están diseñados; y es precisamente esa calidad lo que me hace querer tener mayor libertad para explorarlos ya que no dejan de sentirse como pasillos con rutas sumamente claras a seguir de principio a final. Cuando Kirby and the Forgotten Land fue revelado, me ilusionaba la idea de tener un juego similar a Super Mario Odyssey, con pequeños mundos semiabiertos que permiten mucha exploración. A final de cuentas el producto no resultó ser así, y es una lástima porque creo que el concepto pudo funcionar muy bien.

A decir verdad, ese par de imperfecciones -si es que se les puede considerar así- fueron las únicas que pude notar a lo largo de todas las horas que invertí en el juego. Es cierto, gráficamente no es nada del otro mundo pero dadas las limitaciones técnicas de Nintendo Switch, el trabajo hecho por HAL Laboratory resulta bastante destacado, además de que ofrece un gameplay a 30 FPS estables prácticamente todo el tiempo.

Fuera de lo ya mencionado, Kirby and the Forgotten Land es un juego hermoso; con un estilo artístico destacado, gran diseño de niveles, gameplay refinado, una banda sonora increíble, buena rejugabilidad para quienes se den a la tarea de completarlo al 100% (que básicamente se resume en rescatar a todos los Waddle Dee y encontrar todos los coleccionables), y hasta modo multijugador para que dos personas puedan disfrutar esta aventura de forma cooperativa.

En conclusión

Para concluir esta reseña, sólo puedo comentar que esas tres décadas que le tomó a Nintendo llevar a Kirby del plano bidimensional al 3D, sin duda valieron la pena pues la más reciente entrega de esta franquicia brilla en casi todos sus aspectos y no dudaría en recomendarla a quienes busquen algo nuevo para jugar en sus Nintendo Switch, ya sea que hayan tenido contacto con algo de la saga anteriormente o que sean totalmente ajenos a ésta.

Cruzo los dedos para que la siguiente aventura del tierno héroe rosado sea aún más impresionante pues ya ha quedado claro que los elementos están ahí, sólo falta explotarlos un poco más para llevar a esta franquicia a la gloria.

Puntos a favor

  • Gran estilo artístico
  • Banda sonora increíble
  • Gameplay refinado
  • Mecánicas interesantes
  • FPS estables en casi todo momento
  • Fantástico diseño de niveles

Puntos en contra

  • Dificultad muy baja
  • Poca libertad de exploración
  • Premisa repetitiva

Mike

Amo la música, los videojuegos, comer, dormir y a Batman. Pro gamer (Pro de procrastinador)