
Después de 25 años los Looney Tunes vuelven a la cancha basquetbol, ahora de la mano de LeBron James.
Tras ser anunciada en 2014, finalmente está aquí Space Jam: Una nueva era, esperada secuela de una de las películas sin duda más representativas de la década de 1990 y que, dicho sea de paso, marcó la infancia de muchas personas -entre las que me incluyo-; además de alcanzar un estado de culto dentro de la cultura pop.
Este fin de semana, tuve oportunidad de asistir a una función del filme antes de su estreno en salas de cine para todo el público. Y sí, debo confesar que desde su anuncio tenía muchas dudas sobre la producción y era imposible no formular comparaciones con su predecesora de 1996.
A pesar de todo lo anterior, me dispuse a verla con la mente en blanco y con toda disposición para ser sorprendido por algo divertido y que me sirviera para distraerme de todo el caos del mundo exterior.
¿Logra Space Jam: Una nueva era estar a la altura del legado de su secuela? A continuación te comparto mi opinión. Eso sí, te advierto que esta reseña contiene spoilers así que, en caso de tener planeado ver la película, te recomiendo leerla bajo tu propio riesgo.

La trama es interesante… pero su ejecución apresurada.
Comenzaré esta reseña abordando el elemento principal: su trama, la cual debo confesar que sí, es hasta cierto punto interesante, pero la forma en que se desarrolla a final de cuentas me dejó con la sensación de que se trata de un producto que pudo haber recibido un mejor tratamiento.
La historia es ésta: Tenemos un villano llamado AI-G Rythm (interpretado por Don Cheadle), quien resulta ser un fan rechazado por LeBron en el pasado. A causa de dicho evento, el personaje decide tomar venganza y secuestra al hijo de LeBron y lo transporta a un mundo virtual. Obviamente, el objetivo del basquetbolista es rescatar a su hijo, para lo que deberá ganar un partido de baloncesto junto a Bugs Bunny y compañía.
Para no hacerte más spoilers de la trama de Space Jam: Una nueva era, me brincaré detalles sobre la formación del Tune Squad; sólo diré que esta vez te dejan entrever que son elegidos por LeBron James sólo porque fue a los primeros que vio y porque se metieron de casualidad con el villano. En general, los Looney Tunes no tienen un objetivo más que ayudar al «Rey» James a cumplir el suyo sólo porque sí.
Aunado a lo anterior, el desarrollo del antagonista tampoco es el mejor ya que su decisión entre amar y odiar al basquetbolista pasan de un momento a otro, y sus intenciones se vuelven un poco difusas entre su objetivo inicial y el llevar a cabo una mera venganza.

LeBron James: el centro absoluto de la película
Desde los primeros minutos queda claro la dirección que tendrá la película: El principal personaje no es ningún otro que Lebron James. Esto puede percibirse de una forma que hasta cierto punto se torna un poco exagerada para quienes no han seguido la carrera del basquetbolista.
Fuera de los Looney Tunes, en este filme no existen personajes que hagan una dupla con el jugador de los Lakers de Los Angeles, lo cual llega a generar la sensación de que algo falta, al menos a mi parecer.
La habilidad del «Rey James» dentro de la cancha es innegable así como su enorme popularidad, pero en la pantalla no proyecta esas sensaciones que deberían acompañar las situaciones a las que se enfrenta conforme se desarrolla la trama. Irónicamente, sus momentos animados dejan ver mas expresividad, y considero son las partes más destacadas de su actuación.

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Los Looney Tunes hacen lo que mejor saben… o lo que les permiten
Ya que menciono a los Looney Tunes, debo confesar que una de las cosas que más le reprocho a Space Jam: Una nueva era es que, a pesar de ser personajes irreverentes, en este filme los vemos con menos locuras a las que nos tienen acostumbrados.
Tal vez Warner ya no considere relevantes a Bugs Bunny, el Pato Lucas, Piolín -el favorito de todas las tías mexicanas-, Porky y demás personajes; o al menos así pude percibirlo en la película pues no vi esa esencia que les caracteriza. El Tune Squad tiene considerablemente menos jugadores en cancha y algunos no logran brillar por su poco tiempo en pantalla.
Es cierto que al día de hoy la relevancia de los Looney Tunes es mucho menor a lo que era en la década de 1990, por lo cual es posible que los espectadores más jóvenes pasen estas cosas por alto, pero para quienes nos consideramos fans de la primera película de Space Jam, es algo imposible de no notar. Aún con todo esto, hay un par de escenas que creo lograrán tocar las fibras más sensibles de los que los han seguido desde entonces.

Para cerrar este juego
Space Jam: Una nueva era, es una película que definitivamente puedes disfrutar muy bien si piensas ir en compañía de pequeñines o bien si no viste la primera. En caso de que seas de la generación que creció con la protagonizada por Michael Jordan, hacer comparaciones te será inevitable y creo que saldrás del cine con más ganas de ver esa primera que de repetir ésta en un futuro cercano.
Parece que todo el presupuesto de esta producción se fue excesivamente en LeBron James, y por ello no tenemos apariciones extras como lo fue, por ejemplo, la de Bill Murray en la primera Space Jam (un personaje cómico como lo fue el asistente de Jordan en esa película también se hubiera agradecido).
Claro que hay varios cameos en el filme, y pueden golpear tu nostalgia según que tanta edad tengas debido a que proceden de una gran cantidad de personajes propiedad de Warner (como Game of Thrones, Batman, Matrix, etc.), lo malo es que sólo son parte del publico y realmente no interactúan con los personajes. Eso sí, te pueden dar varias sonrisas al verlos.