
Gracias a su encanto en prácticamente cada aspecto, este título viene a demostrar una vez más que las producciones independientes son capaces de convertirse en auténticas joyas.
La ciencia ficción y los gatos son dos elementos que bien podría decirse guardan una relación hasta cierto punto estrecha. A lo largo de los años, diversas autoras y autores han decidido incluir a estos felinos dentro de sus historias de alguna u otra forma, pues su naturaleza tan llena de misticismo y su peculiar personalidad los convierten en personajes idóneos para ser parte de mundos fantásticos.
Por supuesto, los videojuegos no han quedado exentos de ser empleados como un medio más para la creación de historias que involucren ciencia ficción y gatos; el ejemplo más reciente de ello es Stray, título desarrollado por el estudio independiente BlueTwelve Studio y que el pasado 19 de julio fue lanzado en PC, PlayStation 4 y PlayStation 5.
Desde su anuncio en 2020 Stray llamó fuertemente mi atención por su premisa de permitirte tomar el control de un pequeño gato y explorar a su lado un mundo cyberpunk. Al ser una persona que ha convivido con una mascota felina por diez años, obviamente tenía gran interés por descubrir lo que este proyecto podía ofrecer en términos de jugabilidad pero también a nivel emocional.
Dos años después, finalmente he tenido la oportunidad de jugar este título y sumergirme a profundidad en su mundo. Para mi sorpresa, me encontré con una auténtica joya que destaca en prácticamente todos sus apartados y demuestra una vez más que los juegos independientes son capaces de estar a la misma altura de grandes producciones.
Si te interesa saber mi reseña completa sobre el juego, sigue leyendo.
Gatos, robots y una ciudad muerta
El primer apartado que abordaré sobre Stray es su trama, misma que a pesar de su brevedad te engancha desde un comienzo y es capaz de provocar una amplia gama de emociones conforme se desarrolla; desde la más placentera calma hasta la tristeza. Así mismo, se trata de una historia con un mensaje social sobre la distinción de clases y cómo incluso en los peores escenarios las personas son capaces de abandonar a los de su misma especie.
Nuestra aventura comienza cuando un pequeño gato anaranjado reposa plácidamente junto a otros mininos. Cierto día, el grupo de gatos sale a recorrer la zona donde habitan; un lugar amurallado, rodeado de vegetación y con algunas estructuras metálicas. Durante dicho recorrido nuestro tierno protagonista sufre cierto accidente que le ocasiona apartarse de sus compañeros y terminar completamente solo en un lugar oscuro y desolado.
Tras recuperarse del incidente y explorar aquel lúgubre sitio iluminado sólo por luces neón (cuyo único rastro de vida parece ser el de pequeñas criaturas que se esconden entre sus rincones), el gatito nota que alguien o algo le da indicaciones para dirigirse hacia un lugar específico. Ese lugar resulta ser un departamento donde conoce a B-12, robot con inteligencia artificial que parece haber olvidado casi todo por completo, salvo el hecho de que solía trabajar junto a un científico humano.
B-12 dice a nuestro protagonista que le sorprendió verle entrar en la ciudad (a la que se refiere como Ciudad Muerta) pues es una zona muy peligrosa, acto seguido le pide su ayuda para salir del lugar y coloca una especie de mochila para poder ir sobre su lomo. Al abandonar el departamento, ambos personajes se topan con un mural de una playa y B-12 recuerda haber estado en un sitio así, el Exterior, a donde debía regresar por algún motivo.
Al poco tiempo, y tras ser perseguidos por una horda de aquellas misteriosas criaturas que habitan la ciudad, el peculiar dúo termina adentrándose en una especie de refugio habitado por un grupo de robots. Ahí, descubren que las criaturas en cuestión llevan por nombre Zurks y su peligro es tal que son capaces de devorar no sólo materia orgánica sino a los mismos robots en sí, motivo por el cual están confinados a vivir en dicho refugio.
Conforme se desarrollan los capítulos de Stray, gato y B-12 aprenderán sobre qué ocurrió con los humanos y cómo es que los robots terminaron en aquella ciudad, abandonados y sin esperanza, a tal grado de creer que el Exterior es un simple mito. También descubren que incluso luego de la desaparición de los humanos, los mismos robots adoptaron sus usos y costumbres, incluyendo aquellas tan negativas como la separación por clases.
A lo largo de su viaje, ambos personajes forjan un lazo sumamente entrañable y resulta claro que los desarrolladores buscan transmitir un mensaje sobre la importancia de la amistad, la lealtad y el compañerismo, especialmente en aquellos momentos de mayor oscuridad y cuando absolutamente todo parece perdido.
Habilidades gatunas para explorar y resolver puzzles
Stray se caracteriza, en términos de gameplay, por ser un título bastante simple a nivel general ya que sus mecánicas pueden resumirse en dos actividades principales: exploración y resolución de puzzles, para las cuales hemos de emplear la agilidad de nuestro peludo protagonista.
El juego está dividido en varios capítulos, y en cada uno deberemos cumplir un objetivo principal que a su vez nos pide realizar otras tareas de menor escala como lo son el buscar un objeto, ir a cierto lugar o conversar con un personaje. Para llevar a cabo dichas tareas es necesario hacer las dos actividades principales ya mencionadas; es decir, explorar el mapa y resolver puzzles que si bien no son complicados, sí requieren poner cierto grado de atención.
La exploración, al controlar a un gato, se torna sumamente sencilla y rápida ya que el felino puede lo mismo recorrer las zonas a ras de piso o llegar a niveles de mayor altitud al saltar por techos, anuncios luminosos, bardas y todo tipo de estructuras estratégicamente colocadas para que uno como jugador pueda intuir con facilidad hacia dónde debe dirigirse.
Otro apartado donde queda plasmada la sencillez del juego es en sus controles; y es que, además de controlar el movimiento del protagonista con el uso del joystick (o el teclado, en caso de jugar en PC), únicamente hay dos comandos para interactuar con NPCs y entorno, uno para saltar, otro para desplegar un inventario y, por último, el más genial de todos: un botón para MAULLAR.
Sí, hay un botón exclusivamente dedicado para hacer que el gatito maúlle en diferentes tonalidades. El maullido en sí sólo es de utilidad cuando hay Zurks cerca, pero es inevitable presionar el botón de forma indiscriminada a lo largo del juego.
Belleza cyberpunk en cada rincón y sonido
Dicen que de la vista nace el amor, y en el caso de Stray esto podría aplicar perfectamente pues el juego logra maravillarte desde sus primeros instantes y a lo largo de toda la campaña gracias a una hermosa presentación visual que cumple su cometido de transmitir esa mezcla de sentimientos que conlleva vivir atrapado en una ciudad cyberpunk desolada, donde la nostalgia por el pasado y la esperanza de un futuro incierto pero brillante conviven en armonía.
Cada escenario del juego está bellamente detallado en cada rincón y, al menos en mi caso, fue inevitable detenerme constantemente para observar con atención las luces de los anuncios neón, el diseño de los robots que habitan las diferentes partes de Ciudad Muerta, el interior de los departamentos y demás locaciones que es posible recorrer conforme transcurre la trama.
Es bastante plausible el trabajo de arte realizado por BlueTwelve Studio y se nota que los desarrolladores pusieron gran énfasis en crear un mundo que aunque pequeño en escala, tiene mucho por ofrecer a quienes decidan tomarse el tiempo para explorarlo a plenitud. Es una lástima que el juego no cuente con un modo fotografía pues, a mi parecer, es de esos títulos que más provecho podrían sacarle quienes amamos capturar momentos.
Ahora bien, el apartado sonoro de Stray no se queda atrás y también brilla por su calidad. La música empleada en el juego es perfecta para acompañar nuestro recorrido por esa ciudad cyberpunk al ser muy sutil y estar compuesta casi en su totalidad por sintetizadores y cajas de ritmo.
Hay ciertas partes donde existe una interacción directa con la música, por ejemplo, al cambiar lo que se escucha en pequeños radios o rockolas que encontramos en lugares específicos. Pero mi interacción favorita es con un robot al cual se le pueden llevar partituras (que se encuentran escondidas por el mapa) para que éste las interprete con su guitarra. Llevarle cada una de las partituras y escuchar al robot interpretándolas mientras dejas que el gatito descanse me pareció una experiencia muy amena.
Una genial aventura que no está libre de imperfecciones
Si bien es cierto que Stray es un título destacado en prácticamente cada aspecto, no todo es perfecto y hay ciertos detalles que resulta importante mencionar, comenzando por uno muy grave que me ocurrió durante mi primer contacto con el juego.
Cuando decidí iniciar la campaña, tras casi una hora y media de juego mi consola (PlayStation 5) se apagó súbitamente y tras reiniciarla y querer entrar nuevamente al título, apareció un mensaje en el cual se indicaba que mi archivo de guardado se había dañado y borrado, por lo que todo el avance que conseguí se perdió y me vi obligado a iniciar una nueva campaña desde cero.
Afortunadamente, ese error no volvió a ocurrir una segunda ocasión pero al indagar en redes sociales pude ver que no era la única persona que había sufrido un fallo así, lo cual me parece de consideración pues se trata de algo que no sólo afecta la experiencia al jugar sino que también puede llegar a provocar algún daño a la consola en sí. Sólo queda confiar en que BlueTwelve Studio está al tanto de dicha situación y solucionará lo que sea que cause ese fallo.
Otro detalle que quizá podría criticarse de Stray es su corta duración, aunque en realidad esto dependerá de cómo se quiera experimentar el juego. En sí, la campaña puede completarse en un par de horas si es que te dedicas exclusivamente a seguir los objetivos principales, incluso menos si ya lo juegas por segunda vez y sabes con exactitud hacia dónde ir.
Si decides tomarte el tiempo para recolectar cada memoria, partitura y demás objetos de misiones secundarias, el tiempo de juego se incrementa por lo menos al doble. Si eres de las personas que gozan de jugar campañas extensas a las que debes invertir decenas de horas, entonces sí, seguramente encontrarás a este título decepcionante. Personalmente, disfruté cada segundo y la duración pasó a segundo término pero es comprensible que haya quienes critiquen dicho apartado.
Fuera de este par de detalles, en realidad no tengo mucho qué criticar sobre el juego pues no me encontré con bugs o caídas de framerate que afectaran de algún u otro modo mi experiencia.
En conclusión…
Como puedes notar, los aspectos positivos de Stray son mucho mayores a los negativos y en general mi experiencia con el juego fue sumamente agradable. Puedo afirmar que gocé jugarlo de principio a fin y no dudaré en incluirlo dentro de mis lanzamientos más destacados de este 2022. Si tienes la oportunidad de adquirirlo, te invito a que no dudes en hacerlo. En PC es relativamente barato y en PlayStation 4 y PlayStation lo puedes descargar sin costo si tienes una suscripción a los planes Extra y Deluxe de PlayStation Plus.
Puntos a favor
- Trama cautivadora.
- Mecánicas simples pero divertidas.
- Bella presentación visual.
- Escenarios altamente detallados.
- Apartado sonoro destacado.
Puntos en contra
- Puede presentarse un error que daña los archivos de guardado y ocasiona que se pierda tu progreso.
- Corta duración.